viernes, 2 de julio de 2010

Carta de un hincha dolido


Carta dedicada al Muñeco Marcelo Gallardo cuando me enteré de su retiro de River.

Querido muñeco marcelo:

Permitime que te dedique un par de palabras, ahora que estás a punto de irte del club de mis (y tus) amores. Todavía no terminaste de irte, pero ya te extraño. Y me puse triste, la verdad, estoy triste. Porque yo soy como vos, yo lo siento, siento en la sangre a River, y vos, muñeco, sos parte de River.
Y a mi, que crecí tratando de "jugar como el muñeco", que te vayas me da una angustia tremenda, voy a extrañar tus caños, tus cambios de frente, tu pegada deliciosa, tu rapidez mental, tus toques precisos, tus goles. Ya siento ese nudo en la garganta, si me permitís decirlo, que me causa tu despedida. Solo te pido que nos dejes disfrutar una vez más de la vicerita de tu festejo, que tu último partido en River sea una fiesta, que no te olvides nunca de la gente que te idolatra, y sí olvides a los desmemoriados, desagradecidos y antifutbol, que te han tratado de golpista, de conventillero, de maricón... justo a vos, que te viniste al club desde los 12 años, justo a vos, que te calzaste la 10 de river con 16, justo a vos, que supiste armar jugadas deliciosas en una época colmada de gloria, justo a vos, que después de un paso exitoso por europa elegiste volver por un regreso glorioso que no fue, te aguantaste una, dos, mil lesiones, operaciones, infiltraciones, y después, en tu otra vuelta no gloriosa, tuviste que volver a rodearte de muertos. Pero lo tuyo no fue el dinero, no te quedaste rascándote el higo en la MLS, como otros, ganando fortunas sin comprometerse. Volviste, para dar una mano, cobrando por rendimiento, a pérdida, a fuerza de talento jugaste todo lo que pudiste. Y qué bien que me hizo, querido marcelo, porque sin tus pinceladas hubiera perdido los dos ojos por la conjuntivitis que dio river en estos últimos años, gracias a aguilar y todos sus amigos ladrones, a simeone y gorosito...
Qué se yo muñeco, ya no se qué agregarte, se me caen las lágrimas, como aquel día que con 8 años leí que se retiraba el Enzo, como ese día que lo vi al Negro Astrada levantando la mano, entregando la cinta de capitán por última vez, me recorre ese escalofrío espantoso de saber que ya no hay vuelta atrás. Sólo te pdio que cuando el sábado te veamos vestido por última vez de Millonario,y escuches ese MUÑEEECO, MUÑEEECO, nos levantes la mano para saludarnos una ves más y nos regales un último toque mágico, a esta gente que, como vos, lleva a River en la sangre y lo necesita.
Cuando te vea retirándote con la 11 en la espalda, me va a quedar grabada la imagen de tantas tardes que me alegraste con la 10 en la espalda, pero sabiendo que ya no voy a volver a verte dentro de mi querido Monumental, defendiendo nuestra camiseta.
Espero ansiosamente tu vuelta, aunque sea como aguatero.
Hasta siempre, Marcelo, gracias por todo, y perdón por tan poco.

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