martes, 10 de agosto de 2010

Comentario River -Tigre




Llegó por fin el 1º partido. No aguantaba más. Ni yo, ni las 60 lucas de gente que había en la cancha... ¡Dios santo, cuánta gente! Volé un rato largo en el partido. Directamente. No paraba de entrar gente, al punto que seríamos 2 por baldosa, para que se den una idea. Cuando saltábamos, a veces quedabas en el aire, sin poder apoyar. Monumental repleto para ver a un River que promete mucho, pero, al menos esta vez, entregó poco.
River arrancó bien parado, pero pocas veces pudo generar juego. Algunos pincelazos del pibe Lanzini, alguna asociación de Funes Mori con Buonanotte, pero nada más. Todo bastante lejos de la zona de tiro. Orteguita pegó un puntazo en una jugada y fue lo más claro. Tigre, con su planteo a lo Caruso Lombardi estaba haciendo su negocio y hasta pudo irse en ventaja, pero se encontró con el mejor refuerzo de River: Juan Pablo Carrizo. Un Ortega impreciso y un Buonannotte perdido hicieron que no se generaran más chances de gol. El segundo tiempo fue parecido, pero ahora River tuvo mucho más la pelota, aunque, claro, sin profundidad. Todo el partido fue horrible. Carrizo la sacó un par de veces, demostrando seguridad. Más allá de eso, si hubo algo para destacar fue el orden defensivo que hace tiempo que no se veía por estos lados y la ENTREGA MONUMENTAL DEL PIBE PELADO ALMEYDA. Subió su rendimiento Acevedo, entró Afranchino y River ganó en movilidad. Después, cuando Ortega pedía el cambio a gritos porque no jugaba a nada, Cappa lo sacó a Acevedo y mandó a la cancha a Caruso. Se la jugó. Y le salió bien, muy bien. ¿Por qué? Porque en el minuto 47, JP sacó del arco y Caruso se la bajó a Orteguita. Y Ariel, que no habia hecho NADA en todo el partido frotó la lámpara. Con un toque pasó a su marcador y entró al área. Un segundo le bastó para mirarlo a Funes Mori de reojo. Con la zurda, le metió la pelota en la cabeza, y el pibe, abajo del arco, donde debe estar todo goleador, la empujó con los 7,35 m para él solo. El rugido del estadio se debe haber escuchado hasta en china. La avalancha producto del amontonamiento pasa a ser una anécdota divertida. 60mil personas revolean sus remeras: "Jugando bien o jugando mal, ooh, yo te quiero, no me importa nada, te vengo a alentar" Resuena en el Antonio Vespucio Liberti. Como dice la canción: "La pelota SIEMPRE AL 10, QUE OCURRIRÁ OTRO MILAGRO". Afranchino se lo pierde sobre la hora, pero ya no importa. Dimos el primer paso. Faltan 18. Y Caruso Lombardi, el paladín del pelotazo, las faltas, las simulaciones y los lloriqueos se fue quejándose, como no podía ser de otra manera. Se quejaba de una plancha que jamás existió. Aprendé, Ricardo, no podés esperar que tus equipos ganen como por arte de magia. Alguna vez te vas a encontrar un pelotazo y un gol, sí, es verdad. Pero también es verdad que la mayoría de las veces te van a vacunar por dejarte estar. Porque si todo fuera así, los equipos como los tuyos serían campeones. Y, que yo sepa, tus equipos son, la mayoría de las veces, de mitad de tabla para abajo.

A mejorar, C.A.R.P. Nos vemos el domingo en la quema.

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